Las brazadas de Anne Hidalgo fueron una operación de marketing para
unos juegos, que ponen de mal humor a los franceses. Si se mantienen
estos niveles de polución cambiantes en el agua, será problemático
bañarse en el río para los nadadores de triathlon y de maratón en el rio.
Finalmente la alcaldesa de Paris, Anne Hidalgo nadó con
traje de neoprene en el río Sena, frente a su palaciego
Hotel de Ville. Era un acto indispensable y oficial pero
riesgoso para su salud entrar al agua que, a pesar de los
millones de euros invertidos para transformarla en
saludable, no es del todo segura para los atletas de los
Juegos Olímpicos.
Las brazadas de Hidalgo fueron una operación de
marketing para unos Juegos Olímpicos, que ponen de mal
humor a los franceses y pueden convertirse en un gran
fiasco comercial para ellos y para París. Solo el 21 por
ciento de los franceses practica deportes y sienten una
enorme indiferencia hacia los Juegos.
Si se mantienen estos niveles de polución cambiantes en el
agua, será problemático bañarse en el río para los
nadadores de triathlon y y de maratón en el rio. Deberán
seguir con los análisis diarios.
París no es una fiesta
La ciudad es un enorme embotellamiento a causa de las
restricciones de los Juegos Olímpicos. Los turistas no han
llegado . Los restaurantes amenazan con cerrar, si en los
primeros días de los Juegos no se cumplen sus
expectativas y partir de vacaciones de verano. Temen que
sus proveedores no puedan llegar con su mercadería.
Los QR que deben entregarse a los parisinos para
desplazarse no llegan o son rechazados por las
autoridades. Los automóviles no podrán usarse y solo
servirá el Metro para los desplazamientos. El teletrabajo en
las empresas será obligatorio. Una pesadilla logística para
las autoridades y para los que viven en París. Los parisinos
ya se han ido de vacaciones en masa. Los hoteles esperan
a turistas que no llegan o cancelan.
La alcaldesa finalmente cumplió su promesa este miércoles
por la mañana nadando en el Sena, junto a Tony Estanguet
y el prefecto de Île-de-France. Todo un símbolo, a nueve
días del inicio de los Juegos Olímpicos. Tuvieron que hacer
análisis todos los días para llegar a hoy. Las aguas son
cambiantes en su contaminación, dependen del de las
lluvias, inundaciones, el nivel del río.
"¡Es felicidad! Llevamos años soñando con esto. Hemos
trabajado muy, muy duro. El agua es muy buena, un poco
fresca pero no tanto", dijo Hidalgo tras su breve chapuzón.
Con el pelo mojado, Anne Hidalgo habló con la prensa
desde el muelle. "Tengo un pensamiento para Jacques
Chirac". El entonces alcalde y luego presidente había
prometido 36 años atrás limpiar el Sena para que
pudieran bañarse los parisinos.
Casi un mes después de la fecha prevista y cuatro días
después del baño de la ministra de Deportes, Amélie
Oudéa-Castéra, la alcaldesa de París cumplió su
promesa, tras medir el nivel de material fecal del río pero
no los productos químicos en sus aguas.
Para la alcalde de París, "los Juegos fueron un acelerador" y
este chapuzón simbólico marcará "una fecha límite" y
"será un legado importante".
Ataviada con una escafandra y traje de neoprene, Hidalgo
partió hacia Bras Marie, entre el barrio de Saint-Paul y la isla
Saint-Louis. Aquí ya se bañaron nadadores de aguas
abiertas y dos diputados del ayuntamiento de París en el
verano de 2023.
“Imagínese un lugar para nadar aquí, en un año. Una
piscina, con otros tres sitios para nadar”, proyectó también
Anne Hidalgo. “Los juegos fueron el motor y el acelerador.
Pero necesitamos adaptar nuestras ciudades al clima y
encontrar el río”, prosiguió la alcalde. “Y cuando limpiemos
el Sena sobre todo ayudaremos a no dañar los océanos".
Aguas cambiantes
La presencia de Hidalgo en las aguas del Sena estaba lejos
de estar asegurada en junio, después de varios episodios
de malos análisis provocados por las fuertes lluvias. La
primera fecha, fijada para el 23 de junio, tuvo que ser
pospuesta. En las últimas dos semanas, la situación se ha
resuelto con el anuncio por parte del ayuntamiento y de la
prefectura de resultados positivos (especialmente en
materia de bacterias fecales) y respetando las normas de
las federaciones internacionales de los deportes afectados.
“Las aguas son aptas para el baño en estos momentos”,
explica Marc Valmassoni. Lo único que lamenta el
coordinador de agua y salud de Surfrider: las autoridades no
tienen en cuenta el contenido de sustancias químicas en el
Sena.
El entonces presidente de la República Jacqques Chirac
contaba con un plazo de cinco años para limpiar el río, lejos
de sospechar que en realidad se necesitarían 36 años
para implementarlo.
El presidente Emmanuel Macron, que aseguró a finales de
febrero que se bañaría en el río sin precisar la fecha, había
"rechazado" la invitación del alcalde para el 23 de junio.
Con Francia sin gobierno, paralizada por el debate de un
primer ministro, nadar en el Sena no es el tema más
importante del presidente.
